Hay algo que todas las empresas, públicas, privadas, asociaciones… necesitan.
Es la limpieza de sus instalaciones.
Hay algunas empresas que valoran esto. Pues bien, yo me dedico a formar a sus trabajadoras/es para que puedan hacer el mejor trabajo posible.
Hay empresas que lo valoran, otras que no.
Las que no, acaban al final de año con desperfectos en su mobiliario y superficies. Si quieres ahorrar miles de euros al año…
A ver, no amor por la limpieza, que también me gusta, pero no para tanto.
El caso es que en aquel entonces, (hace 30 años, que ya es decir), mi pareja de entonces me convenció para montar una empresa de limpieza. Y la verdad es que yo no tenía ni idea sobre cómo había que limpiar en centros y espacios así.
Yo solo sabía limpiar en mi casa y, por cierto, no lo hacía nada mal.
Estuvimos mirando diferentes opciones para conseguir el dinero para crear la empresa y comprar el material necesario y un vehículo.
La búsqueda dio resultado. Y al poco tiempo surgió un cliente, era nuestro primer trabajo.
Y después de este trabajo fueron surgiendo otros y fui adquiriendo mucha experiencia y en algunos de ellos tuve que poner en funcionamiento todos mis recursos y habilidades para sacarlos adelante.
Recuerdo una vez que tenía que limpiar unos cristales, en concreto 3 ventanas que daban a un río.
El problema era que solo se abría una de ellas, además estaba en uno de los extremos.
Resulta que el gracioso del cristalero había dejado las pegatinas de los cristales sin quitar.
Y claro, ¿cómo lo quitaba si no podía acceder por el exterior y no tenía forma de llegar a las dichosas pegatinas?
Pero he aquí que mi imaginación se puso en marcha y tachan tachan creé un palo telescópico para alcanzar la zona que tenía que limpiar.
Igual piensas: "¡¡pero si eso ya está inventado!!"
Ya, pero es que esto sucedió hace ya 30 años… y yo desde luego no lo había visto en ningún lado.
Total, que cogí los palos de las 2 escobas y la fregona y los amarre unos a otros y luego en un extremo ate una espátula para poder rascar el pegote.
Y voila, el invento funcionó y pude quitar las pegatinas.
Un día surgió mi oportunidad de nacer como formadora; mi pareja estaba ya impartiendo un curso así que no podía dar dos en el mismo horario.
Y me lo ofrecieron a mí.
¿Yo? ¿Pero yo? ¿Yo voy a dar ese curso?
Esto era en lo único en lo que pensaba…
Este primer curso me ayudó a descubrir que esto de enseñar, se me daba muy bien.
Para alguien que no conoce el sector de la limpieza, le puede parecer curioso que también haya innovación y nuevas tecnologías.
Cuando yo empecé en este sector, hace 30 años, íbamos con un cubo con fregona, una bayeta y el “flis flis”. Y con eso lo limpiábamos todo.
Echando la vista atrás, me quedo alucinada de cuánto ha cambiado la forma de limpiar.
Fíjate todo lo que ha avanzado el sector, que ahora se puede limpiar con agua ionizada, que es mucho más potente que la mayoría de los productos.
Por eso, estoy al día de las nuevas técnicas que surgen, nuevos productos y herramientas, y en general, de cómo evoluciona este sector.
Y por supuesto, al seguir formando a futuros profesionales yo también aprendo mucho, ya que siempre hay algún truco o técnica que me comparten y que no sabía.
Es importante que los profesionales aprendan el valor del trabajo que realizan, que aprendan por qué lo tienen que hacer así y para qué lo tienen que hacer y que si lo hacen mal, las consecuencias pueden ser graves.
El trabajo en limpieza es uno de los menos valorados, y eso hace que los profesionales que se dedican a ello acaben desmotivados, con problemas de estrés, bajas… y esto tiene consecuencias para las empresas.
Recuerdo una formación en la que pregunté: ¿Qué decís cuando os preguntan a qué os dedicáis?
Una de mis alumnas dijo: “Buf… pues que me dedico a la limpieza” (su expresión era como despectiva).
Entonces, otra contestó algo muy distinto: “Pues yo les digo que soy una profesional de la limpieza, que a ver quién prefiere que limpie su casa, alguien chapuzas o un profesional”
Este es el cambio de mentalidad que consiguen mis alumnos.
Que los alumnos no se hablen entre ellos trae situaciones en las que no se hace bien la tarea o cometen errores.
Me acuerdo de una vez que estábamos realizando la tarea de limpiar ventanas y resulta que uno de los grupos termina y me dice que ya han limpiado todo. Cuando fui a ver cómo está el trabajo, resulta que solo habían limpiado las ventanas por dentro pero no por fuera.
Este tipo de situaciones se solucionan cuando todo el grupo de limpieza trabaja como un mismo equipo. En mis formaciones una parte importante es asegurarme de que todos los asistentes colaboraren entre ellos para hacer un buen trabajo y ser más eficientes.
El resultado es una limpieza más profunda y efectiva.
Como es un empleo en el que no hay exigencias académicas, es un certificado al que puede acceder cualquier persona que tenga competencias en leer y escribir el idioma.
Por eso, en estos años he tenido la oportunidad de enseñar a muchas personas de diferentes países, culturas, religiones, en riesgo de exclusión o con capacidades diferentes, que habían salido de una situación de maltrato, de adicciones y con diferente nivel intelectual.
Son grupos muy variopintos en los que se integran las culturas, los orígenes, todo lo que el perfil de cada persona trae para poder así con todo ello crear una nueva oportunidad de aprender.
Y fíjate que tengo la habilidad de conectar con todos (o si no, con la mayoría) de mis alumnos.
Hasta ahora, el sector de la limpieza no ha tenido un reconocimiento de profesionalidad.
Resumiendo, que cualquiera podía limpiar.
Pero esto ha cambiado. Porque ahora es importante conocer todas las técnicas de limpieza, los productos que podemos o no utilizar, cuáles son las herramientas adecuadas.
Los errores del personal tienen consecuencias y además cada día se reconoce más la calidad del trabajo bien hecho.
El SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) ha creado un certificado para que las personas que trabajan en este sector se formen de forma adecuada y en el futuro será necesario tener este certificado para poder trabajar en el sector.
Yo estoy homologada por el SEPE para la obtención del certificado de profesionalidad con los cursos que imparto. Además, fui una de las primeras en España en dar esta formación.
En estos cursos los alumnos adquieren los conocimientos y destrezas necesarias para las tareas de limpieza en los distintos tipos de superficies y mobiliarios.
Así como la elección de los diferentes productos, manejo de las herramientas y útiles de limpieza.
Aunque este curso tiene una base común, se investigan las instalaciones que hay que limpiar y se enseña a los profesionales a limpiar esas instalaciones en concreto.
Las personas participantes pueden aprender desde limpiar un aseo, como limpiar cristales a 5 metros, limpiar una alfombra o barrer una escalera.
También es posible ofrecer el certificado de profesionalidad.
Hace 16 años me propusieron por primera vez dar clase a un grupo de personas con de capacidades diferentes.
Y acepté el reto.
Después de este tiempo, puedo decir que lo que más me gusta de estos grupos es que tienen muchísimas ganas de aprender, de demostrar que son capaces de hacerlo, y que lo pueden hacer. Se superan a sí mismos, para estar al mismo nivel que los demás.
Son personas muy agradecidas y dispuestas a hacer lo que haya que hacer. No hay excusas para no hacer, sino deseo de tener una oportunidad de trabajar.
Trabajar con este colectivo me ayuda a contribuir a mejorar la calidad de vida de cada alumno, crear oportunidades que les permitan alcanzar sus proyectos de vida, creando en ellos unos principios y valores para transmitir confianza y seguridad en ellos mismos.
Cada vez más Instituciones públicas valoran el trabajo de limpieza profesional, por eso sacan oposiciones para seleccionar al personal.
Yo me encargo de la preparación de las pruebas teóricas tipo test con un abanico grande de posibles preguntas en función de las necesidades de la selección.
Además, también preparo, superviso y valoro diferentes pruebas prácticas (relacionadas con la limpieza de diferentes espacios públicos) a petición de las Instituciones y Organismos, para asegurar que el personal que trabaja en dichas instituciones es el adecuado.
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